miércoles, 17 de febrero de 2016

Investigadores de la Universidad Nacional de La Pampa trabajan en la recuperación de la lengua ranquel (www.planbnoticias.com.ar)


Ana Fernández Garay

La docente Ana Fernández Garay encabeza el grupo de trabajo que ejecuta el proyecto de Extensión Universitaria Nuevos caminos para la EIB: hacia el rescate de las voces ranqueles desde el libro a las nuevas tecnologías”.
Ya existe un libro con la escritura y ahora le agregarán registros sonoros para conocer cómo es la pronunciación.
En los fundamentos de los investigadores para la realización de esta iniciativa se destaca que “el interés está puesto en las tecnologías de la información y de la comunicación (TICs), a los efectos de generar material sonoro y visual a partir de los materiales escritos en el Curso de Ranquel, y actividades de ejercitación de naturaleza interactiva a fin de que estos materiales audiovisuales complementen el volumen impreso en el año 2013.
La intención del nuevo proyecto es utilizar el soporte digital y la web para difundir la lengua, la cultura y la historia ranquelina a todos los rincones de La Pampa a los efectos de apoyar la tarea que realizarán los docentes en el aula.
En el proyecto intervienen el Departamento de Investigaciones Culturales, organismo dependiente de la Subsecretaría de Cultura, Ministerio de Cultura y Educación de La Pampa, Instituto de Estudios Socio-Históricos de la Facultad de Ciencias Humanas de la UNLPam, el Consejo de Lonkos Ranqueles.
En 2011 se hizo un libro como manual para rescatar la lengua ranquel pero se vio que el libro carecía de la cuestión del audio, estaba todo escrito y cualquiera que supiera algo, podía leerlo, pero el tema era como se pronunciaba”, dijo Ana Fernández Garay a Plan B Noticias y el magazine televisivo “Así Somos” que se emite todas las semanas por el canal Somos La Pampa.
“Es como con el inglés, con un libro se lo puede leer pero también hay que saber pronunciarlo. Se decidió hacer un segundo proyecto donde se pudiera grabar en audio a Daniel Cabral, uno de los últimos hablantes, para que quedara constancia de cómo se pronuncia. También nos está ayudando en este tema Marcelo Serraino, otro de los hablantes”, añadió. "Con este proyecto podemos dejar un registro para saber cómo se hablaba la lengua ranquel. En el trabajo que hacemos se incluyen ejercicios que se realizan en base a las nuevas tecnologías de la información y la comunicación", dijo.
Por último Fernández Garay destacó la colaboración de “lingüistas, antropólogos, historiadores, personas expertas en computación y un grupo de estudiantes” para la concreción del proyecto de extensión universitaria.